miércoles, 4 de marzo de 2015

Breve Historia de la Ética. Teorías éticas en la historia del pensamiento occidental.

En esta entrada vamos a hacer un breve recorrido por algunas de las principales corrientes éticas en la historia del pensamiento occidental. Intentaremos, en otras entradas, ir ampliando alguna de las ideas o autores que a continuación os presentamos.

ÉTICA GRIEGA.
SÓCRATES. Nació en la antigua Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a. C., la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Sócrates desafiaba el relativismo de los sofistas y defendía la búsqueda dialogada de conceptos universales que definieran los valores morales. Además, la ética socrática es "intelectualista": el conocimiento se busca estrictamente como un medio para la acción. De modo que si conociéramos lo "Bueno", no podríamos dejar de actuar conforme a él; la falta de virtud en nuestras acciones será identificada, pues, con la ignorancia, y la virtud con el saber. Uno de sus discípulos, Platón, basaría su teoría del conocimiento en la búsqueda de la Idea de Bien, hacia donde debería ir dirigida la educación de los gobernantes, encargados de dirigir el Estado con justicia.

ARISTÓTELES (siglo IV a. C.). La Ética nicomáquea, seguramente el más importante tratado de ética de Aristóteles, se basa en la premisa de que todo ser humano busca la felicidad (ética eudemónica). Para Aristóteles todos los seres naturales tienden a cumplir la función que les es propia y están orientados a realizar completamente sus potencialidades. El bien, que es lo mismo que la perfección de un ser o la realización de las capacidades es cumplir su función propia. También los seres humanos están orientados a la realización plena de la función que les es propia. El problema que se suscita, entonces, es cuál es la función propia del hombre. Y si acaso hay más de un bien propio del hombre, ¿cuál es el bien más alto y más perfecto de los que puede alcanzar el ser humano?
Como en otras de sus obras, Aristóteles releva las opiniones de sus contemporáneos al respecto y comprueba que todas parecen estar de acuerdo en que el objetivo supremo del hombre es vivir bien y ser feliz, aunque hay muchos desacuerdos respecto de en qué consiste la felicidad y el buen vivir. Para Aristóteles la vida feliz (plena) es la que permite realizar la actividad superior (contemplación), con una suficiente autonomía (bienes materiales, salud), y en compañía de un número suficiente de amigos (Ética nicomáquea I).



PERIODO HELENÍSTICO. Tras la muerte de Platón, Aristóteles y Alejandro Magno el mundo griego cambió y la filosofía, como no podía ser de otra manera, también. La ciudad-estado libre e independiente dejó de existir. Con el reinado de Alejandro y sus sucesores, la libertad e independecia de las ciudades solo era nominal y dependía de la benevolencia del soberano reinante. Se hablaba de Imperio y no de Ciudad. Para Platón y Aristóteles era inconcebible un hombre sin la Ciudad y su vida ciudadana. Cuando la Ciudad quedó englobada en un conjunto cosmopolita más dilatado ocurrieron dos hechos inevitables: 
1) nació la filosofía universalista y cosmopolita. Se habla de ciudadanía universal. Esto es lo que defienden corrientes como el estoicismo
2) también nace una respuesta a este universalismo imperante; el individualismo extremo. Como máximo representante de esta corriente tenemos a Epicuro y sus discípulos. 
Con ambas corrientes, la filosofía, más que en la Ciudad, se centra en el individuo y en la forma posible y plausible de orientación vital que dejaba la nueva situación política y territorial. La filosofía se torna práctica y ética.


EDAD MEDIA. La moral escolástica.
El fin último del actuar humano es la caridad, que se consigue al vivir desde el Evangelio, y que permite al hombre acceder a la visión de Dios (en el cielo), donde el ser humano alcanza su máxima plenitud y el bien supremo. Diversos autores hablan de ética y según perspectivas diferentes. Es oportuno recordar dos grandes nombres, Agustín de Hipona y Tomás de Aquino (especialmente, en este último, en la segunda parte de la Suma de teología, en la que se recogen numerosos elementos de la ética de Aristóteles).

EDAD MODERNA. En la Edad Moderna destaca el holandés Baruch Spinoza (1632-1677), cuya "Ethica more geometrico demonstrata" es uno de los libros de ética más interesantes jamás escritos. El estilo y sistema del libro es, como Spinoza dice, "demostrada según el orden geométrico", con prefacios, definiciones, axiomas, y lemas. Éstas son seguidas por proposiciones que pueden contener notas, demostraciones, corolarios y escolios. Se emplean también apéndices que contienen explicaciones complementarias. Este tipo de presentación imita los Elementos de Geometría de Euclides.

La gran revolución ética moderna se realiza a través de Immanuel Kant (siglo XVIII), que rechaza una fundamentación de la ética en otra cosa que no sea imperativo moral mismo (deontologismo formal), pues si la moral se orienta a buscar la felicidad no podría dar ninguna norma categórica ni universal. A partir de Kant se distingue entre las éticas formales (la propia ética kantiana) y éticas materiales (todas las anteriores). Las éticas materiales poseen un contenido moral, es decir, unos preceptos, valores o normas morales previas que nos indican lo bueno y lo malo. Las éticas formales, en cambio, son autónomas, señalan que nuestros deberes y obligaciones no surgen de ningún fin último ajeno a nuestra propia conciencia o voluntad. Cuando una persona obra, señalaba Kant, debe actuar según la norma que brota de la razón, sin buscar coincidir con ningún otro tipo de intenciones. Para Kant, desde el punto de vista moral, "no hay nada bueno ni malo en el mundo, salvo una buena o mala voluntad". Y una voluntad buena es aquella que cumple el deber por respeto al deber, sin perseguir otros motivos personales. En este contexto, se ofrecen como guías los siguientes principios: "Obra de tal manera que la máxima de tu conciencia pueda valer siempre como ley universal" o "Procede de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu persona como en la de los demás, siempre como un fin en sí misma y no como un medio".





EDAD CONTEMPORÁNEA.
A pesar de la propuesta de Kant, ha continuado habiendo propuestas de éticas materiales, como las que representan la postura hedonista (búsqueda del placer) o la utilitarista. Según la postura utilitarista, no sólo debemos preocuparnos de nuestro placeres, sino también atender los de nuestros semejantes, intentando en último término "intentar conseguir el mayor placer posible para el mayor número posible de personas". Esto hacía compatible el hedonismo y el altruismo. Además, el utilitarista John Stuart Mill (1806-1873) defendía la superioridad de los placeres espirituales. No obstante, después de Kant, las éticas más frecuentes han sido las formales. Entre la abundancia de éticas modernas y contemporáneas podríamos destacar las de los filósofos alemanes F. Nietzsche (1844-1900) y Jürgen Habermas (1929- ). Nietzsche anunció, con su proclama sobre la muerte de Dios, la ausencia de sentido, de consistencia, de los ideales, normas y valores de la civilización europea de finales del siglo XIX. La propuesta de Nietzsche es la de aceptar plenamente ese vacío, el nihilismo de nuestra época: reconocer que la vida humana carece de sentido, y aceptar nuestro destino trágico, mortal. Nietzsche criticó con fuerza la filosofía idealista y la "moral del resentimiento" cristiana, que en busca de ideales extra-terrenales condenaron el cuerpo, los sentidos y la vida material. Frente a la "moral del rebaño", domesticada por los viejos ideales de la moral judeo-cristiana, Nietzsche defiende la moral del "superhombre", capaz de experimentar y crear nuevos valores, con una afirmación de los valores vitales capaz de enfrentar el "eterno retorno". Jürgen Habermas también nos invita a encontrar un contenido que oriente nuestra conducta, y para ello nos propone el diálogo. Habermas defiende una ética dialógica que nos permita establecer principios y normas de carácter moral. Para la búsqueda de estos contenidos morales comunes a través del diálogo, Habermas establece las siguientes reglas: deben tenerse en cuenta los intereses de todos los que en él intervienen, sin que nadie se aproveche de nadie, y en el que únicamente se imponga el mejor argumento.

Cuestiones:
- Señala a qué corriente ética corresponderían las siguientes frases y razona tu respuesta:
1. "Cada vez estoy convencido de que la felicidad consiste no en tener, sino en no necesitar"
    a) Cínicos   b) Epicúreos   c) Existencialistas
2. "Sigo en esto por el placer de cantar"
     a) Utilitarista    b) Estoico   c) Epicúreo (hedonista).
3. "Es necesario crear una moral sin dios"
     a) Kant    b) Sócrates    c) Nietzsche
4. "Cuando alguien cumple con su deber, no hay que preguntarle  en nombre de qué ideales lo cumple"
     a) Platón     b) Aristóteles   c) Kant
                                                                      (Soluciones: 1a, 2c, 3c, 4c)
- Elige la respuesta correcta:
1. La moral autónoma es:
  a) la que existe en cada autonomía del Estado.
  b) la que no depende de criterios externos.
  c) la que concuerda con la moral de la mayoría.
2. La ética habla de:
  a) hechos.
  b) conceptos.
  c) valores.
                                             (Soluciones: 1b, 2c).
- ¿Cuál es el sentido y la importancia de conocer la historia del pensamiento ético? (Solución: en la entrada anterior del blog).
- Explica algunas de las principales movimientos y corrientes éticas del siglo XX.   (Solución: en las entradas siguientes del blog).

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